El espíritu empresarial se mueve por los beneficios que esperan tener los empresarios.
Si en un ámbito concreto se limitan los precios que pueden cobrar, se eliminan los beneficios.
Y entonces todo el ímpetu empresarial se redirige, abandona esa área, ese ámbito en el que hay precios máximos y se va a otras líneas donde puede obtener más beneficios.
Y entonces, el problema de la escasez se agrava todavía más.
Jesús Huerta de Soto