DEFINICIÓN DE DESEMPLEO
Es la imposibilidad que tienen los trabajadores que desean trabajar de poder obtener un empleo. En un sentido más general, subutilización de cualquier recurso productivo. Todos los trabajadores desempleados tienen derecho a recibir una prestación.
POLÍTICAS PARA COMBATIR EL DESEMPLEO
Para tratar de reducir el desempleo cabe apelar a dos tipos de políticas: unas encaminadas a incidir sobre la demanda y otras orientadas a propiciar reformas estructurales y a lograr un funcionamiento más eficiente del mercado de trabajo.
Las primeras se pueden instrumentar mediante políticas monetarias o fiscales, y su efectividad, a corto plazo, está condicionada por la posición de la economía en relación al producto potencial. Conforme más cerca se esté del producto potencial, menor será su efecto sobre el desempleo y mayor el impacto inflacionario. No debe olvidarse que las políticas expansivas de demanda so sólo provocarán tensiones inflacionarias, sino que también generarán tensiones por el lado del déficit público. Además, desde esta perspectiva, y dado el creciente grado de internacionalización de la economía, el mero recurso a políticas de demanda para tratar de reducir el desempleo tiene una efectividad cada vez más reducida. Téngase en cuenta que la pérdida de competitividad asociada a una política expansiva de demanda, generadora de subidas de precios, difícilmente se puede paliar de forma persistente mediante devaluaciones del tipo de cambio.
El segundo tipo de políticas se concentran en reformas estructurales y en la liberalización del mercado de trabajo. Éstas tienen un enfoque micro, y lo que pretenden es reforzar la competitividad y flexibilidad de la economía. En lo referente al mercado de trabajo, las medidas deben orientarse a eliminar, en el mayor grado posible, las rigideces del mercado ya a incentivar la movilidad funcional y geográfica de los trabajadores.
(Basado en el libro «Economía -principios y aplicaciones-» de F. Mochón y V. A. Beker)