Debemos entonces darnos cuenta de que históricamente la gente en todas partes usaba al principio un tipo concreto de producto como medio de intercambio. A veces se encuentra mencionado en los libros qué tipo de bienes y productos se usaban en distintos países en diferentes épocas como medio general de intercambio, como dinero. La gente alguna vez elegía diversos tipos de productos como medio de intercambio, como intermediarios entre vendedores y compradores. Los productos que elegían eran materias primas que estaban disponibles solo en cantidades limitadas. Si algo está disponible en suficiente cantidad como para atender todo tipo posible de demanda o puede aumentarse en cantidad de una forma que atienda todo tipo posible de demanda, no tiene ningún valor en el intercambio. Solo algo que esté disponible en una cantidad limitada puede tener valor de intercambio, puede ser considerado valioso por la gente.
A lo largo de siglos, los comerciantes eliminaron todo lo demás entre los diversos artículos y materiales usados como medios de intercambio, hasta que solo permanecieron los metales preciosos (oro y plata). Todos los demás productos fueron eliminados como medios de intercambio. Cuando digo que las demás cosas fueron eliminadas de ser usadas como dinero, quiero decir que la gente las eliminó para llegar a acuerdos; la gente al llegar a acuerdos rechazaba otras cosas como medios de intercambio y recurría a usar solo oro y plata; especificaban oro y plata en los contratos que hacían al comerciar con otras partes. Así que debemos darnos cuenta de que la evolución al dinero de oro y plata la realizaron personas privadas. Luego la plata también desapareció como medio de intercambio en los últimos siglos y permaneció el hecho de que el material oro era usado como medio de intercambio. La función del gobierno consistía en producir pequeñas piezas de este medio de intercambio, cuyo peso y contenido estaba determinado en las oficinas del gobierno y reconocido por leyes y tribunales. No puedo relatar toda la historia del dinero. Pero el resultado fue el patrón oro. El sistema de patrón oro, el patrón oro intercambio, es prácticamente el único sistema monetario del mundo. No fue creado por los gobiernos: fue creado por el mercado, fue creado por las partes intercambiando en el mercado.
En la historia del dinero, que es idéntica a la historia de los intentos de gobierno de destruir el dinero, debemos distinguir dos grandes periodos. Y estos dos periodos no están divididos entre sí por la gran invención hecha en el siglo XV por un hombre llamado Gutenberg. Si los gobiernos necesitan más dinero (y siempre necesitan más dinero, porque no lo ganan), la forma más sencilla para ellos de aumentar la cantidad de dinero desde Gutenberg es simplemente imprimirlo. En cuanto el gobierno dice “dólares”… pero no usemos el término de un país cuyo dinero sigue funcionando hoy, digamos “ducados”. Habéis llegado a un acuerdo sobre una cantidad concreta de ducados. Y luego, porque el gobierno no quiere restringir sus gastos, declara: “Lo que he impreso en mi imprenta, en mi imprenta pública, y llamado Ducado es también un Ducado, lo mismo que un Ducado de oro”. Estas cosas empezaron cuando había bancos privados a los que el gobierno daba privilegios. En el momento en que llegabas a este acuerdo, un ducado significaba una cantidad concreta de oro. Pero el gobierno dice ahora que es otra cosa. Cuando el gobierno hace esto, la situación es similar a la que tendríamos si acordáramos entregar un caballo al otro, pero en lugar de darle un caballo le das un pollo, diciendo: “Está bien… Digo que este pollo significa un caballo”. Así es el sistema que destruye los mercados, ya veis.
Quiero decir algo acerca de la razón por la que se adoptó primero el patrón oro y también de por qué hoy se considera el único sistema monetario realmente sólido. Es porque solo el oro hace que la determinación del poder adquisitivo de la unidad monetaria se independiente de los cambios de ideas de gobiernos y partidos políticos. El oro tiene una ventaja. No puede imprimirse. No puede aumentarse ad libitum [a placer]. Si piensas que tú, o una institución con la que estás relacionado no tiene suficiente dinero en oro, no puedes hacer nada que aumente la cantidad de oro de una forma sencilla y barata. La razón por la que existe el patrón oro, de por qué se acepta el patrón oro, es que un aumento en la cantidad de oro no es más barato que la adquisición de esa cantidad mediante intercambios en el mercado. Esto explica por qué se usa el oro metálico como medio de intercambio.
Gobiernos y escritores a favor de los gobiernos se han reído del hecho de que el mundo, las naciones del mundo, consideren al oro como dinero. Dicen muchas cosas contra el patrón oro. Pero lo que digan no importa. Lo que importa es que, sin ninguna interferencia por parte de una autoridad centralizada, sin ninguna acción gubernamental, las personas eligen el oro como “dinero” a través del proceso de comerciar en el mercado. La gente hace chistes acerca de la inutilidad del oro. Es solo un absurdo metal amarillo. No podemos comerlo, dicen. El oro solo es bueno para los dentistas y para algo tan poco importante como la joyería. Hay gente que dice: “¿Por qué el oro? ¿Por qué usar precisamente este metal amarillo como dinero? Dejad el oro a los dentistas. No lo uséis para fines monetarios”. No tengo derecho a hablar acerca de los dentistas, los uso solo como ejemplo. El que quieran el oro es otra cuestión. Lord Keynes llamaba al patrón oro una “bárbara reliquia”. Muchos libros dicen que el gobierno tuvo que intervenir porque el patrón oro fracasó. ¡Pero el patrón oro no fracasó! El gobierno derogó el patrón oro haciendo ilegal poseer oro. Pero todavía hoy todo el comercio internacional se calcula en oro. Los críticos no tienen argumentos válidos contra el patrón oro porque el patrón oro funciona, mientras que el patrón papel del gobierno no funciona, ni siquiera de una forma que el propio gobierno considere satisfactoria.
La ventaja de este sistema de oro como dinero, como el de todo sistema monetario no gubernamental, es que un aumento en la cantidad de dinero no depende de las decisiones del gobierno. La ventaja del patrón oro es que la cantidad de oro disponible es independiente de las acciones, los deseos, los proyectos y yo diría que los “delitos” de los diversos gobiernos. Puede que el oro no sea un dinero ideal, indudablemente no lo es, pero no hay ideales en el mundo de la realidad. Pero podemos usar el oro como medio de intercambio porque la cantidad de oro está en buena parte limitada y la producción de cantidades adicionales requiere gastos que no influyen en el poder adquisitivo del oro ya existente en mayor medida que los cambios que se producen una y otra vez en todo. Podemos por tanto vivir, podemos por tanto existir, con el sistema de oro como dinero. Con el oro como dinero, no hay peligro de que se produzca una gran revolución en los precios. La ventaja del patrón oro no es que el oro sea amarillo y brillante y pesado, sino el hecho de que la producción de oro, como las producción de todo lo demás, depende de actores que no pueden ser manipulados por el gobierno de la forma en que el gobierno puede manipular la producción de papel moneda público. Cuando el gobierno imprime un pedazo de papel, no le cuesta más imprimir “100” de lo que le cuesta imprimir “10” o “1” en ese mismo pedazo de papel. Y la situación del mercado, la situación de todos los intercambios humanos, todo el sistema económico se ve socavado, destruido, por los gobiernos cuando consideran aconsejable aumentar la cantidad de dinero aumentando la cantidad de dinero público.
La crisis monetaria, el problema monetario que enfrenta hoy el mundo se debe al hecho de que los gobiernos piensan que son libres para hacer lo que deseen con respecto al dinero, ya sabéis. No solo las personas fallan a veces a la hora de cumplir las promesas que hicieron, sino que los gobiernos hacen lo mismo. Ya han usado prácticamente todos los métodos posibles para tratar de evadir la necesidad de pagar lo que han prometido. Y este es el problema que tenemos ahora.
La legislación del curso legal hizo imposible rechazar aceptar el papel moneda. Se escribían algunas cláusulas de oro en algunos contratos por parte de algunos intentando protegerse frente a las leyes de curso legal que les obligaban a aceptar papel. Por dar un ejemplo, hay un país en Europa, un país muy agradable con una gran historia, considerado incluso hoy uno de los países más civilizados del mundo. No quiero dar el nombre de la nación, pero llamémosla Utopía.1 Este país emitió un préstamo, un préstamo público. En todas las páginas de este préstamo estaba inscrito: “Este gobierno promete pagar 20 piezas de moneda de oro utópico, es decir una cantidad definida de monedas de oro acuñadas por esta nación, esa cantidad en oro o una cantidad equivalente en dólares estadounidenses redimibles en oro de acuerdo con el patrón McKinley “. Quien compró esta obligación, esta letra, habría dicho: “Estoy realmente protegido contra todo accidente. En el pasado un país no pagó el mismo peso de oro que había prometido pagar. Pero ahora tengo la promesa no solo de ser pagado en oro, sino que también tengo el poder de elegir. Puedo pedir que me paguen en divisa nacional utópica o el equivalente en dólares estadounidenses, que son redimibles en oro”. Luego en 1933, Estados Unidos cambió el “precio” del oro, como sabéis, lo que redujo la relación del oro con el dólar de EEUU. En 9153, el Tribunal Supremo de EEUU sentenció2 que, como los tenedores de bonos habían recibido el pago en billetes de curso legal, no podían demostrar daño y no se les pagaría con oro. Este país de Utopía dijo: “También aceptamos este nuevo ‘precio’. Te pagaremos, tenedor de bonos, solo la cantidad inferior de oro de acuerdo con la nueva ley estadounidense, una ley que no existía en el momento en que te vendimos esta obligación cuando nos comprometimos a pagarte”. Eso significa que el derecho de los gobiernos con respecto al dinero se considera algo muy especial, algo que no está sometido a las condiciones y prácticas generales de la economía de mercado. Esta es precisamente la razón del problema monetario que tenemos ahora mismo.
Todo esto fue posible solo debido al hecho de que el gobierno es la institución que determina qué significan los acuerdos entre ciudadanos, cuál es el contenido de estos acuerdos. El gobierno tiene el poder de obligar a gente que, de acuerdo con su declaración de gobierno, no cumpla con su acuerdo para pagar las sumas requeridas. Y como el gobierno supone necesariamente que los tribunales deberían tener el poder de declarar si las partes han cumplido o no con un acuerdo cerrado entre ellas, igualmente el gobierno supone que solo él tiene el poder de declarar lo que es y lo que no es dinero. Igual que los tribunales tienen que determinar si hay un conflicto entre las partes en un acuerdo respecto de si cierta cosa referida en un contrato es lana, por ejemplo, o no es lana, los gobiernos suponen decir si algo es dinero o no en una cantidad definida concreta. Y así, una y otra vez, los gobiernos han destruido los mercados del mundo. Y al destruir los mercados han llegado a destruir completamente el sistema monetario, haciendo necesario desarrollar un nuevo sistema monetario.
De lo que tenemos que darnos cuenta es de esto: todo tipo de acuerdo humano está relacionado de una forma u otra con pagos en dinero. Y por tanto si se destruye el sistema monetario de un país o de todo el mundo, se está destruyendo mucho más que sencillamente un aspecto. Cuando se destruye el sistema monetario, se destruye en ciertos aspectos la base de todas las interrelaciones humanas. Si se habla de dinero, se habla de un campo en el que los gobiernos están haciendo lo peor que puede hacerse, destruyendo el mercado, destruyendo la cooperación humana, destruyendo todas las relaciones pacíficas entre hombres.
El hecho es que con el patrón oro es posible tener un patrón monetario que no pueden destruir los gobiernos. No hay razón para dar a los gobiernos mayor influencia sobre problemas monetarios. Aunque es completamente correcto decir que es solo un accidente que sea precisamente el oro y no cualquier otra cosa lo que sirve a este fin monetario, el hecho es que con el patrón oro es imposible que los gobiernos destruyan el sistema monetario. Por otro lado, no hay nada más fácil para los gobiernos que destruir un sistema de dinero que se basa en demasiada confianza en el gobierno.
(del libro: «Cuidado con los alquimistas» de Ludwig Von Mises)