El «riesgo político», los menores desembolsos por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) dentro de un año y las necesidades financieras de 2020 se conjugan para marcar que, una vez que termine 2019, las posibilidad de una reestructuración de deuda crezcan. Así lo identifican los analistas cuando marcan la diferencia de los rendimientos de los bonos argentinos según los plazos de vencimiento.
Por caso, en el plazo corto «se observa un diferencial de rendimiento de 490 puntos básicos entre el Global 19 y el Bonar 20», marcan desde Quantum Finanzas. En la consultora del ex secretario de Finanzas de Fernando De la Rúa, Daniel Marx, explican que «el racional detrás de este fenómeno se explicaría por riesgo de fondeo en el 2020, así como por incertidumbre electoral».
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