Al aplicar los conceptos de la oferta y la demanda al dinero como cualquier otra mercancía, se sentó la base de una importante teoría de la ciencia económica: la teoría cuantitativa del dinero.
Esencialmente ésta busca explicar la causa de los cambios en el valor del dinero, o su poder adquisitivo, indicando que estos cambios están determinados por variaciones en la cantidad de dinero en circulación. Como con cualquier otra mercancía, cuando el dinero es abundante su valor cae, es decir, los precios suben. Posteriormente, la teoría recibió una formulación que la hizo famosa:
M . V = P
Donde M simboliza la cantidad de moneda; V, la velocidad de circulación de la misma, y P, un nivel general de precios.
Cuando se incrementa la cantidad de dinero, todos nos encontramos con más dinero en el bolsillo y, dado que los productos son siempre los mismos, nuestra competencia adicional por ellos hará que sus precios suban en la exacta proporción para absorber todo ese dinero adicional.
Si bien los precios pueden variar por muchas causas (sequías, inundaciones, nuevos descubrimientos y demás), sólo los cambios en la cantidad de moneda influyen en el nivel general de precios.
Esto es, manteniéndose la cantidad de moneda fija, si la sequía determina que haya menos trigo y su precio sube, deberá gastarse ahora una mayor cantidad de dinero en trigo y menos en otros productos, cuyo precio deberá bajar, sin haber entonces cambios en el nivel general de precios. Éste sólo puede subir con un crecimiento de la cantidad de moneda.
Sin embargo, con todos los méritos que tiene la teoría cuantitativa en cuanto la aplicación de los conceptos de la oferta y la demanda al dinero, llevó a muchos a caer en graves errores. Esto se debió principalmente al hecho de que aborda conceptos generales como como la cantidad de moneda, el nivel «general» de precios o la velocidad de circulación, sin tener en cuenta las actuaciones individuales que determinan cada uno de estos conceptos.
Creer que la variación de la cantidad de dinero afecta el «nivel» de precios llevó al poco tiempo a olvidar que esta variación jamás puede afectar a todos los precios de los productos y servicios al mismo tiempo. En la realidad, algunos reciben el nuevo dinero primero y se enriquecen; otros lo hacen mucho después y se empobrecen. Es que en la economía no existe un nivel «general» de precios, sino una infinidad de precios distintos. Nuevamente ese nivel general es un invento del hombre, que encubre así las ganancias de unos y las pérdidas de otros.
(de «La economía explicada a mis hijos» de Martín Krause)